"Mi dolor de exilio es tan grande que cubre todo mi cuerpo.

Muevo un dedo del pie y sufro".

Lejos de casa


¡Bravo, Carlos Giménez! Jorge Pinus, actor, director: “(Carlos) en Venezuela manejaba todo, a veces hasta al Presidente...”, entrevista de Viviana Marcela Iriart, Córdoba, 15 de Marzo de 2019









Es importante el momento cuando egreso de la escuela en el año 1963 y me voy a Europa. 
Ahí tomo contacto con un mundo totalmente desconocido y hay un deslumbramiento
 que significa que, por lo menos yo, no voy a quedarme encerrado
 en los parámetros ni de la ciudad ni del país donde nací. 
Me doy cuenta que hay un desfase entre lo que  yo quiero y lo que 
mi entorno, mi hábitat, me da”.
Carlos Giménez, entrevista, 1984

Carlos Giménez y su hermana Anita, actriz de El Juglar, Córdoba, años 60.


¡Bravo, Carlos Giménez! Porque Carlos (Argentina 1946-Venezuela 1993) en apenas 30 años de carrera dirigió más de 80 obras de teatro en Argentina, Venezuela, México, Perú, Nicaragua, España y Estados Unidos, donde fue invitado por el mítico productor Joseph Papp, y creó  -entre otras - nueve instituciones culturales de gran importancia en Venezuela y Argentina.


¡Bravo, Carlos Giménez! Porqué creó  el Festival Internacional de Teatro de Caracas, junto a la entrañable y talentosa María Teresa Castillo;  el Instituto Universitario de Teatro  (IUDET), el Grupo Rajatabla, el Taller Nacional de Teatro (TNT), el Teatro Nacional Juvenil de Venezuela (TNJV), el Centro de Directores para el Nuevo Teatro (CDNT), ASITEJ (Asociación Internacional de Teatro para la Juventud, Capítulo Venezuela)  y, en Córdoba,  el Festival Latinoamericano de Teatro y el grupo El Juglar cuando todavía era adolescente.


¡Bravo, Carlos Giménez! Porque cuando Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura,  vio el El Coronel no tiene quien le escriba adaptada y dirigida por ti, dijo de sus personajes: “No los reconozco, los conozco. No los había conocido, los conocí ahora. Yo me imaginaba cómo eran, pero nunca los había visto. Ahora los vi.”


¡Bravo, Carlos Giménez! Por haber llevado a Venezuela lo mejor del teatro del mundo, permitiendo que tomáramos talleres con los grandes Maestros y Maestras y ver sus espectáculos a precios populares: Tadeusz Kantor, Berliner EnsemblePeter Brook, Giorgio StrehlerPeter SteinLindsay KempPina BauschNorma AleandroVanessa RedgraveKazuo OhnoTomaz PandurEva BergmanEugenio BarbaYves LebretonPeter Schumann,   Antunes FilhoGilles MaheuSantiago GarcíaDarío FoEls JoglarsFranca RameEllen StewartJoseph Papp,  Andrezj WajdaDacia Mariani


¡Bravo, Carlos Giménez! Por hitos como Señor Presidente de Miguel Ángel Asturias,  Bolívar La Muerte de García Lorca de José Antonio Rial, Martí, La Palabra de Ethel Dahbar, La Honesta Persona de Sechuan de Brecht, Tu país está feliz de Antonio Miranda, El Campo de Griselda Gambaro, La señorita Julia de Strindberg, Peer Gynt de Ibsen, El Coronel no tiene quien le escriba de Gabriel García Márquez…  Porque sus obras fueron ovacionadas en Europa, Estados Unidos y América Latina.  Porque su talento como director y gerente cultural fue único, extraordinario, irrepetible en la escena latinoamericana.


¡Bravo, Carlos Giménez! Porque a los 19 años gana sus primeros premios internacionales en los festivales de teatro de Cracovia y Varsovia (Polonia), otorgados por el Instituto Internacional de Teatro-Unesco (ITI)  y participa en el Primer Festival de Teatro de Nancy (Francia).


¡Bravo, Carlos Giménez! Porque a los 22 años recorre América Latina por tierra haciendo teatro para las hijas y los hijos de los mineros, los pescadores, las campesinas, los olvidados y olvidadas de la tierra y nunca dejó de hacerlo.


¡Bravo, Carlos Giménez! Porque fue generoso, amable, humilde y agradecido, aunque a veces la leyenda diga lo contrario. Un ser humano con todas las virtudes, defectos y contradicciones de los seres humanos.


¡Bravo, Carlos Giménez! 
Porque fue un genio.

Y me haces mucha falta.


Carlos Giménez en el Ateneo de Caracas, 1984.


Jorge ¿en qué año, en qué ciudad y en qué circunstancias conociste a Carlos?
Fue en Córdoba, año... no recuerdo bien, debe haber sido 1965, más o menos. ¿En qué circunstancias? Yo estaba en el Pequeño Teatro de Córdoba que habíamos fundado con el director Fabio Reches, en una antigua industria, un edifico de tres plantas y mi padre lo administraba, Carlos llegó de una gira por Europa con su grupo El Juglar y andaba buscando sala y mi padre le "vendió" la sala en la que estábamos. No sé bien cómo fue el negocio. Allí se instaló El Juglar y algunos del grupo anterior nos quedamos, entre ellos Víctor Moll, un gran actor, recientemente fallecido, y yo. Y yo pasé a ser asistente de dirección de Carlos y también actor, según la obra.
 ¿Cómo era Carlos en ese momento?
Carlos era alguien muy joven, muy impulsivo, con grandes ideas, con un sentido de la puesta en escena increíble. También era alguien muy histérico, gritaba, se enojaba, pero con una inteligencia asombrosa. 
¿Se vislumbraba ya que iba a ser un artista genial?
Ya lo era.
¿De qué hablaba Carlos? ¿Recuerdas cuáles eran sus inquietudes?
De teatro. Siempre de teatro, de viajar e ir a Festivales o salir de gira, cosa que no todos podían. 
¿En qué obras trabajaste con Carlos?
A ver.....El diputado está triste de Arnaldo Calveyra, Poemas de Jacques Prevert, Federico en persona de García Lorca, Ardele o la Margarita de Jean Anouilh, Remedio para Melancólicos de Ray Bradbury, adaptación de Carlos. Y no recuerdo qué más. 








En un artículo, el dramaturgo y director José Luis Arce dice que Carlos tuvo que autoexiliarse en 1966  “luego de su exitosa pero subversiva puesta de Fuenteovejuna, armada en sólo veinte días con la Comedia Cordobesa, cuando es golpeado en la Central de Policía y su suerte queda cifrada con implacable matemática: debía marcharse”. ¿Qué sabes de eso?
No estaba al tanto de esto.
¿Carlos y tú mantuvieron el contacto después de que él se radicó en Venezuela?
Sí. Nosotros fuimos a actuar a un Festival Internacional Teatro de Caracas con el Teatro Goethe, llevando "Mockinpott" de Peter Weiss y después estuve colaborando con él en los festivales Latinoamericano y Nacional de Teatro  que organizamos en Córdoba, en los años ´80. También nos hemos encontrado en Festivales afuera, por ejemplo, el de Manizales, Colombia, yo dirigiendo un grupo que había creado, con el que sigo actualmente, y él con Rajatabla
¿Crees que Carlos cambió  cuando se hizo famoso y se convirtió casi en el hombre más poderoso de la cultura venezolana?
Para mí fue siempre el mismo. Sólo que en Venezuela manejaba todo, a veces hasta al Presidente... No sé cómo hubiera vivido el chavismo y Maduro, por ejemplo. 
Carlos era un hombre muy generoso, de ayudar mucho a la gente  con dinero y con  trabajo. En general tenía un carácter apacible pero cuando se enojaba estallaba como un volcán.  Yo, que trabajé con él,  lo escuché gritar algunas veces pero nunca sin motivo. ¿Cómo fue tu relación con él?
Mi relación fue buena. Venía mucho a casa, yo vivía con Víctor Moll,  y Carlos admiraba a Víctor como actor. Nos llevábamos bien hasta donde yo recuerdo.

¿Cómo era Carlos para ti? ¿Un “ángel furibundo” como dijo Rubén Monasterios, el “personaje de Teorema, la película de Pasolini” como dijo Azparren Giménez o una persona con un “ángel impresionante” como dijo Norma Aleandro?

En esos años yo no lo consideraba alguien "muy especial". Reconocía su talento de puestista, pero no sabía manejar actores. Tenía un empuje impresionante y nada lo paraba. Lo de "ángel impresionante" no lo sé. Para mí era mi amigo y hacíamos cosas juntos.

¿Qué es lo que más valoras de su trabajo y de su persona?
Su talento de puestista.
 ¿Quieres contarme alguna anécdota que hayas vivido con él? Puede ser más de una.
No sé qué. Para Remedio para Melancólicos, en que trajimos a Córdoba a Milagros de la Vega, que en ese entonces era lo más, yo actuaba y era asistente de dirección. Y fue tal el lío que se armó en el Teatro Rivera Indarte, hoy San Martín, porque Carlos hizo entrar un auto por la calle de atrás del escenario, que todo se retrasó, hubo discusiones y a mí terminaron pintándome un traje de amarillo sobre mi cuerpo y así salí a escena, chorreando pintura. Otras anécdotas no son para contar, lo siento.
¿Qué significó para ti la muerte de Carlos?
Un dolor muy intenso. Sufrí mucho su muerte, algo que se veía venir, pues era muy promiscuo y lo agarró la etapa fatal del Sida. Por lo demás yo era amigo de toda la familia y era una amistad sellada por el trabajo. Y de casualidad, en esa época en que no había cable como ahora, yo enganché en mi TV a Venezuela y estaban hablando de la muerte de Carlos. Eso me marcó.
¿Y qué crees que significó su muerte para la cultura latinoamericana?
 Una más que significativa pérdida.
Si Carlos pudiera escucharte, ¿qué le dirías?
Mirá, Carlitos, aún sigo haciendo teatro. Dos y tres obras por año. Ya debería pensar en ir a hacerte compañía, me parece.

Córdoba, 15 de marzo de 2019




Director, dramaturgo y actor argentino. Fundador de Pequeño Teatro de Córdoba. Fue actor y asistente de dirección de Carlos Giménez en el grupo El Juglar. Actor en la Comedia Cordobesa y  Teatro Goethe.
















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