
La economista, mecenas, productora, creadora venezolana Esther Dita Kohn de Cohen, fundadora y/o
co-realizadora de instituciones como el Centro Cultural Prisma, la Fundación Espacio Anna
Frank; los libros “Exilio a la Vida” (3 tomos), “Una huella en el Teatro Venezolano”;
las exitosas producciones teatrales “El beso de la Mujer Araña” de Manuel Puig
y “El Gorro de Cascabeles” de Pirandello, ambas dirigidas por Marta Candia, por
citar sólo un mínimo de sus creaciones, no pudo concluir esta entrevista
realizada entre minutos robados a sus múltiples actividades los últimos meses:
le faltó tiempo pero no voluntad.
Y como creo que conocer
“algo” del pensamiento de Dita es mejor que no conocer nada, por eso publico
esta “entrevista incompleta” de una de las personas más talentosas, sensibles y
humanas que he conocido, de un perfil tan bajo que mucha gente no sabe quién es.
El texto a continuación lo
escribí para el homenaje que la colectividad judía venezolana le realizó en
Hebraica, Caracas, en el año 2014 y da una semblanza de esta mujer tan querida,
respetada y admirada por su sencillez, don de gente, amabilidad, talento,
generosidad, humor…
Querida Dita:
Hace varios años te dije, y ahora me da mucho placer decirlo en público, que el
mundo sería un lugar más hermoso si existieran más personas como tú. Tú te
sonrojaste, sonreíste con timidez y bajaste los ojos. Hoy agrego que si las
Naciones Unidas eligieran a las 7 personas más maravillosas del mundo, tú
serías elegida por unanimidad las 7 veces. No porque no haya personas
maravillosas, algunas de ellas están en esta sala, sino porque tú eres la suma
de todas ellas.
Tu calidad humana es tan grande que te
coloca en un plano espiritual fuera de nuestro alcance, un plano en el que hay
muy pocas personas. Pero tú siempre bajas a nuestra altura, porque eres
conmovedora y maravillosamente humilde.
Tú has ayudado a tantas personas
que no alcanza la vida para contarlo. Y lo haces en silencio.
Y dando no lo que te sobra sino lo que el prójimo necesita.
Es para mí un honor, un orgullo y una alegría
que tú seas mi amiga desde hace 30 años, cuando me contrataste como directora
de Promoción del Centro Cultural
Prisma, en Los Palos Grandes, y desde el primer
día me trataste como a una amiga no como a una empleada. Lo que más me conmovió
entonces, y me sigue conmoviendo ahora, es tu bondad, tu generosidad y tu
humildad. Y me encanta tu humor y tu mente brillante siempre inventando
proyectos para ayudar a la gente. En 30 años nunca te escuché hablar mal de
nadie, ni siquiera de las personas que te abandonaron cuando tuviste que cerrar
tu gran sueño, Prisma, por la desidia gubernamental,
y Venezuela perdió la mejor escuela de teatro que jamás haya tenido. Por suerte
seguiste produciendo teatro, porque eres una de las mejores productoras del
mundo. Pero tu amor por la humanidad no menguó y entonces fundaste el Espacio Anna Frank, una ONG que
promueve la tolerancia, el entendimiento y la paz.
Pero había una cosa que me irritaba de
ti: que ayudaras a gente arribista y desagradecida, esa que siempre
revolotea a tu alrededor. Cuando te lo reclamaba, tú sonreías con ternura y me
decías: “La están pasando mal y, ¿quién es perfecto?” Allí donde yo veía
arribismo tú, con tu infinita bondad, veías la necesidad.
Confieso que no te entendí hasta hace 2
años atrás, cuando me invitaste a almorzar a tu casa y dijiste, no es
textual pero casi: “Yo agradezco cuando una persona me pide ayuda, porque al
permitirme ayudarla me ayuda a mí a convertirme en mejor persona”.
Querida Dita, tú no existes: tú eres un milagro.
Por todo esto, gracias por dignificar a
la raza humana y ojalá que este homenaje se reproduzca por el mundo, porque tú,
querida, amada, admirada Dita, eres el Mejor Patrimonio de la
Humanidad.
Y estoy segura de que Vinicius de
Moraes pensó en ti cuando escribió:
Un abrazo enorme como nuestro Ávila,
Viviana
Ex directora de Promoción del Centro
Cultural Prisma.
Escritora. 29 de septiembre de 2014.
DITA KOHN DE COHEN Y EL CENTRO CULTURAL PRISMA:
“LA REBELIÓN DEL TEATRO NO ES SUTIL"

Dita Cohen, Griselda Gambaro, Manuel Puig, Marta Candia. Fuente: MC
Querida Dita, antes que nada déjame darte las
gracias por concederme esta entrevista después de estar ¡años! persiguiéndote
para que hables conmigo. Sé que te gusta
tener un perfil bajo, pero dado que tu vida es tan interesante y creadora, hay
un público allá afuera que quiere saber de ti. Así que voy a tratar de hacerte
la menor cantidad de preguntas posibles y tú puedes responder con largas,
larguísimas, respuestas que suplan a mis preguntas. Voy a dividir la entrevista en sectores, para
que sea más fácil conocer un poco de tu creación, que es tan grande y diversa.
Vamos a
empezar por lo que se cree es el principio, pero no lo es: el Centro Cultural
Prisma. ¿Cuándo y cómo tuviste la idea de crear un centro cultural dedicado
exclusivamente al teatro? ¿En qué año nació?
Eso fue más o menos a principios de la década de 1980.
Pensé que en Venezuela hay tanto talento y tantas posibilidades, y el teatro es
el menos favorecido tanto por el dinero del gobierno como por los
empresarios. Empecé sin saber nada de
teatro, no estaba relacionada con el medio, pero encontré a Marta Candia que
acababa de llegar a Venezuela con Gené y después de ver una obra que ella
montó, una obra de Brecht, me pareció que ella podía ayudarme a empezar a
enseñar a la gente a hacer un buen teatro.
¿Por
qué el teatro y no otra expresión artística?
Porque el teatro habla claro, dice cosas fuertes que son
reales, y no recibe mucho apoyo. Claro
que me encantan todas las expresiones artísticas, especialmente la música y las
artes plásticas, que tienen mucha gente que las apoya, artes que también dicen
mucho pero que la gente no lo percibe de esa manera. El teatro habla, condena,
se ríe, se burla, etc. y eso es una forma maravillosa de poder despertar la
conciencia en el público. Por eso me pareció que debíamos hacer una escuela de
teatro. Primero preparando la gente, hay muchísima gente maravillosa que no
tiene ni donde estudiar, no hay de verdad una escuela… bueno, la universidad
tiene pero no es una forma tan práctica como estudiar e ir directamente a las
tablas.
¿Cuándo
nació tu amor por el teatro?
Cuando era muy pequeña me gustaba actuar y recitar y
desde la primaria ya me gustaba montar pequeñas obritas de teatro en el
colegio.
En una entrevista que te hicimos en febrero
de 1985, en la revista Primera Fila, tú
dijiste algo muy interesante: “La rebelión del teatro no es sutil”. ¿Sigues
pensando lo mismo?
Pues sí, me parece que no es sutil, es fuerte, es
directa, es la verdad, pide justicia. También el teatro, por otro lado, es tan maravilloso pero por supuesto que de
sutil, pienso yo, no tiene nada. Me
parece que está directamente dedicado a despertar conciencia.

(...)
Fragmento del libro ENTREVISTAS
Caracas, Marzo de 2016