"Mi dolor de exilio es tan grande que cubre todo mi cuerpo.

Muevo un dedo del pie y sufro".

Lejos de casa


Ignacio Lozano Jr., director de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), ex embajador estadounidense en El Salvador: “Ya se ha dicho oficialmente que no hay solución a los problemas de Nicaragua mientras se mantenga Somoza en el poder” / entrevista de Viviana Marcela Iriart, Caracas, Revista Semana No. 567, 17 de julio de 1979










El coloquio Derechos Humanos: Promesas y Violaciones, organizado en Caracas por la Fundación Diego Cisneros y la Embajada de Estados Unidos los días 28 y 29 de junio, reunió a muchas importantes personalidades, una de ellas el periodista Ignacio Lozano Jr., director de La Opinión,  el diario de mayor circulación en idioma español de Los Ángeles, quien aceptó dialogar con Semana.

Su apellido latino se debe a su padre, de origen mexicano, que fundó en 1926 el periódico en el que Lozano trabaja desde 1947. Director de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y miembro de la Asociación de Prensa de California, en 1976-77 fue embajador de Estados Unidos en El Salvador.

Alto y robusto, hablando perfecto castellano, de voz grave y modales tranquilos, Lozano –que nació en Texas y estudió periodismo en la universidad de Notre Dame- respondió así a nuestro requerimiento periodístico.


¿Cuál es el objetivo de este coloquio?
Estudiar la situación de los derechos humanos, sino en profundidad, sino más bien los medios por los cuales se puede mejorar, promover y defender a éstos, ver qué organizaciones existen, la función que desarrollan y establecer de que forma pueden usarse mejor.

¿Qué es lo que va  a lograrse?
Esta es una ocasión para reunirnos personas interesadas en el tema, de Estados Unidos y Venezuela. Es más bien un cambio de opiniones e impresiones. Un intercambio sobre la manera en que mejor podemos defender los derechos humanos. Este coloquio no es jurado.

¿Qué abarca para usted el término “derechos humanos”?
No se limita a la protección de la integridad del individuo, también incluye sus derechos políticos y económicos. Es la primera vez que un miembro de la SIP participa en un coloquio de esta naturaleza y traemos la preocupación por uno de los derechos humanos: el la libertad de prensa.

¿Cuál es el aporte de este coloquio a las personas que están sufriendo la represión de gobiernos opresores?
A través de este grupo no van a recibir ninguna ayuda,  ya hay organizaciones que se ocupan de ellas. Nosotros nos reunimos para ver cómo funcionan esas organizaciones.

¿Considera usted que Amnistía Internacional funciona bien?
Estupendamente bien, yo no soy miembro de esa organización pero le doy mi apoyo económico.

Usted fue embajador en El Salvador, país azotado por graves disturbios los últimos tiempos, ¿cómo vio la situación allá durante el período de su gestión?
Muy mal, con muchos problemas sociales, y la situación se ha ido deteriorando que estoy preocupado por el futuro de ese país.

Los rebeldes salvadoreños consideran que el triunfo de la revolución en Nicaragua será un punto a favor de ellos. ¿Ud. qué opina?
Yo no le veo la conexión a lo de Nicaragua con lo de El Salvador, cada país tiene sus propios problemas y El Salvador más que cualquier otro. E, independientemente de lo que suceda en Nicaragua, se corre el riesgo de que la situación en El Salvador llegue a límites semejantes a los del país gobernado por Somoza.

¿No cree Ud. que la situación nicaragüense ha llegado a esos extremos gracias al apoyo estadounidense?
Yo pienso que durante muchos años Estados Unidos apoyó al régimen de Nicaragua, pero en la actualidad no existe ningún tipo de apoyo moral ni militar. Los Estados Unidos votaron a favor de la moción aprobada por la OEA y ya se ha dicho oficialmente que no hay solución a los problemas de Nicaragua mientras se mantenga Somoza en el poder.

¿Qué opina de la anunciada intervención militar norteamericana?
No estoy a favor de una fuerza de paz de los Estados Unidos, pero tenemos que recordar que la proposición hecha por mi país llevaba el imperativo de un cese de fuego antes de que llegara la fuerza interamericana. Y sin ese cese de fuego no hubiera funcionado una fuerza de paz. Porque se hubiera encontrado peleando con los dos bandos. Ausente el cese de fuego, no puedo haber intervención militar y desgraciadamente tendremos que dejar que la situación siga su curso.

¿Cuál es su posición ante la llamada “Junta Nicaragüense Provisional de Reconstrucción Nacional”?
Estoy a favor de ella, creo que representa ampliamente a la oposición y como lo dice el título, “provisional”, creo que es el instrumento adecuado para mantener el orden público hasta que se llegue a una situación de suficiente normalidad que permita al país llegar a la democracia.


Viviana Marcela Iriart
Caracas, Revista Semana No. 567, 17 de julio de 1979








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