Porque la famosa actriz y activista, ganadora del Oscar, leyó conmovida un párrafo del libro más
exitoso de la premiada escritora israelí Nava Semel, And the Rat Laughed (Y la rata rió), en la clausura de un evento
histórico: el Primer Simposio Internacional sobre la Violencia Sexual en el Holocausto, organizado por la fundación creada por Steven Spielberg –USC Shoah Foundation- y Remember the Women Institute, el pasado 8 de noviembre en Los Ángeles.
“Me gustaría que
la lucha termine pronto. Por el bien de
toda la gente
inocente: tanto israelíes como palestinos”
Estoy conmocionada. Es la primera vez que entrevisto a
una persona mientras su país es atacado por cientos de misiles terroristas y el
mundo no dice nada porque los misiles sólo buscan asesinar a personas
judías. Una persona cuyo país está en
guerra.
Pero Nava nunca se quejó, ni una sola condena ni un solo
lamento salió de sus labios. Nava respondía cordialmente mis correos
electrónicos sin hacer mención a la
terrible situación que estaba viviendo.
No me atreví a preguntarle cómo estaba hasta que un misil
cayó en Tel Aviv, su ciudad. Y entonces
Nava respondió con la misma entereza y calidez de sus correos anteriores (y me
conmovió y me hizo admirarla): “Estamos bien, muchas gracias por tu
preocupación”.
Ni siquiera cuando me contó, porque le pregunté, que su hijo había sido convocado como
reservista al día siguiente, Nava
condenó a sus agresores: agradeció que a su hijo no le tocara ir al frente de batalla.
Y no sé por qué imaginaba que después de escribirme esas
cartas tan tranquilizadoras, casi siempre de noche, Nava buscaba un rincón
solitario, apoyaba apenas su frente contra la pared y dándole la espalda a la
guerra, dos o tres lágrimas rodaban por su rostro, en silencio, en el único silencio que los misiles
atravesando su cielo le permitían: un silencio interior.
Y es de noche aquí mientras escribo, el cielo está
estrellado, la luna crece y las ranas croan pidiendo lluvia porque el verano se
acerca y hace calor. Sólo un avión de pasajeros surca el aire y es uno en toda
la noche. Aquí es el campo. Aquí
hay silencio y hay paz.
Y entonces pienso en el cielo de Nava violado por cientos
de misiles terroristas. Pienso en la noche de Nava aterrorizada por el sonido
de las sirenas. Pienso en las estrellas
de Nava desesperadas por el fuego. Pienso en la luna de Nava escondida por el
miedo. Y pienso en Nava que es todas las mujeres y todos los hombres, todas las
infancias y todas las juventudes, encerrada en un refugio antiaéreo, con los ojos
muy abiertos porque no se puede dormir cuando desde el cielo cae la muerte,
y lloro.
Nava Semel con su madre
Mimi Artzi, sobreviviente de Auschwitz
“Tuvimos que convertirnos en los protectores de nuestros padres
contra los peligros de la memoria.”
Nava, Jane Fonda quedó tan impactada por tu novela que mientras la leía, cuenta el periodista Daniel Weizmann: “ella miró al techo y con su voz característica y suplicante expresó “¿Cómo
contar la historia?”
¿Como te sientes con este reconocimiento? ¡Es Jane Fonda! ¿Y cómo te
sientes con el hecho de que tu novela fuera elegida para clausurar este
histórico evento?
Yo estoy muy
emocionada y honrada. Siento que un ciclo se ha cerrado finalmente. En junio de
1980 Jane Fonda visitó Israel como huésped del Teatro Haifa. Fue invitada para
relanzar un programa educativo teatral en un barrio pobre. Mi esposo Noam Semel
era el director general del Teatro Haifa en esa época y fue su anfitrión
durante su estadía en Israel. Un día el me preguntó si podía acompañar a Ms. Fonda
en un viaje en auto desde Tel Aviv a Haifa. Yo era joven en ese entonces y muy
tímida; al principio me excusé pero mi esposo insistió. En el trayecto Ms.
Fonda me empezó a preguntar sobre la cicatriz del Holocausto en mi familia. Era
como si ella, de alguna manera, lo hubiera presentido. Ella me habló acerca de
su amiga de Los Ángeles cuyas memorias de repente recordó. De repente mi corazón
se abrió. Estaba maravillada porque nunca había hablado sobre mi triste
infancia y el término “Segunda generación” no existía aún.
Yo me abrí a
Ms. Fonda como nunca antes lo había hecho y fue la primera vez en mi vida que
las palabras “Soy la hija de una sobreviviente del Holocausto” vinieron a mis
labios. Esta experiencia fue tan profunda que 4 años después escribí la
historia “Un paseo con Fonda”, publicada en 1985 en mi colección de relatos Hat of Glass, el primer libro israelí en prosa que se ocupaba del tema de la Segunda Generación.
Siempre sentí
que Jane Fonda encontró la llave misteriosa oculta en mi cicatriz y me ayudó a abrir ese pozo oscuro.
Ahora, 25 años
después, nuestros pasos se volvieron a encontrar.
¿Estuviste allí?
Yo lamento muchísimo
haberme perdido el evento. Pero acababa de regresar unos días antes de un tour
de libros por Italia durante 10 días y estaba tan agotada que no podía viajar
otra vez.
¿Qué estabas haciendo en Italia?
And the Rat Laughed salió en enero 2012 así que
fui invitada como huésped conferencista en la Universidad de Milán.
Como recién había publicado un nuevo libro en hebreo que transcurre durante la ocupación nazi en Italia,
también fui invitada a hablar sobre ello en Turín. Mi última parada fue en la Universidad de
Calabria, al sur de Italia, donde participé en una conferencia de dos días
donde hablé sobre el Holocausto.
Cuál es la historia de And the Rat Laughed que impactó tanto a Jane Fonda como a la audiencia?
Quizás porque And the Rat Laughed es un libro único. A diferencia de otros libros relacionados con el Holocausto que se enfocan sobre los horrendos hechos históricos, esta novela trata sobre el acto de recordarlos. Se parece a una carrera de relevo donde los personajes se transfieren la memoria unos a otros. La novela fue aclamada por el uso de recursos literarios originales y se convirtió en un hito en la exploración del acto mismo de la memoria. Ojalá pudiera oír la bella voz de Jane Fonda. Cómo ella se plantea la pregunta en nombre de mi protagonista: ¿Cómo contar la historia?
Quizás porque And the Rat Laughed es un libro único. A diferencia de otros libros relacionados con el Holocausto que se enfocan sobre los horrendos hechos históricos, esta novela trata sobre el acto de recordarlos. Se parece a una carrera de relevo donde los personajes se transfieren la memoria unos a otros. La novela fue aclamada por el uso de recursos literarios originales y se convirtió en un hito en la exploración del acto mismo de la memoria. Ojalá pudiera oír la bella voz de Jane Fonda. Cómo ella se plantea la pregunta en nombre de mi protagonista: ¿Cómo contar la historia?
¿Es que la
historia cambia mientras la recordamos? ¿Cómo recordará nuestro próximo destinatario
la historia vista desde su propio camino individual? ¿Es el arte la única vía
para transferir la memoria emocional?
Yo estoy preocupada
por estas preguntas, buscando respuestas en mis libros. And the Rat Laughed trata sobre la influencia de uno de los más horrendos
capítulos en la historia de la humanidad y de la relación del ser humano con Dios y
la comprensión de la naturaleza humana, sobre
la necesidad de olvidar para sobrevivir y en la necesidad de recordar, a pesar
de todo.
(....)
Fragmento del libro ENTREVISTAS
14-20 de noviembre de 2012
Tel Aviv
Quiero agradecer a mi amigo Luis Sedgwick Báez por la
traducción del texto de Nava Semel “Un paseo con Fonda”, publicado por primera vez en español, y por su entrañable
amistad.