JOAN BAEZ CANTARA EN EL GRAN REX EL 6 Y EL 7 DE MARZO
Joan Baez y Martin Luther King |
La cantante de 73 años es un icono del renacimiento
del folk en los ’60, cantó al lado de Martin Luther King, “descubrió” a Bob Dylan y se hizo amiga de Mercedes Sosa. Su regreso a Buenos Aires será a
treinta y tres años de su última e histórica visita.
¿Cómo hablar con un
icono? Esa es la pregunta que se hace este cronista mientras espera una llamada
internacional que lo va a poner en contacto con Joan Baez. La sola mención de
su nombre –una sílaba que al pronunciarla ya evoca dulzura y feminidad, seguida
de un apellido latino que revela parte de sus raíces (su padre era mexicano)–
conjura la visión de los años ’60, el renacimiento del folk, las marchas de
protesta, los movimientos pacifistas, la oposición a la Guerra de Vietnam, Bob
Dylan, “We Shall Overcome” (la canción popularizada por Pete Seeger que Baez
cantó en la legendaria marcha por los derechos civiles en Washington DC,
1963)... Y más adelante, su participación en Woodstock o en la Rolling Thunder Revue de Dylan a mediados de los ’70, o su visita a la Argentina en plena
dictadura militar.
Justamente, lo que
posibilita el contacto telefónico es la nueva visita a Buenos Aires,
después de treinta y tres años de ausencia, de la reina del folk: Baez lleva
ese título con suprema elegancia desde comienzos de los ‘60. El Gracias a la
vida tour 2014 traerá a la cantante a América latina, en un recorrido que
abarcará también a Uruguay, Chile y Brasil, y la depositará en la Argentina
para dos recitales en el Gran Rex los días 6 y 7 de marzo.
Pero todas estas
elucubraciones se cortan cuando suena el teléfono y del otro lado de la línea,
en lugar del procedimiento habitual que implica la intermediación de un
representante avisando que va a comunicar con el artista, aparece directamente
una voz dulce e inconfundible que dice simplemente, “Hello, it’s Joan Baez here.” La leyenda es un ser humano, que a sus
73 años mantiene el tono juvenil y la desenvoltura en su manera de hablar, y se
expresa con lucidez y buen humor sobre una serie de tópicos que abarcan desde
Bob Dylan hasta Mercedes Sosa y desde Martin Luther King hasta Barack Obama.
Pero para hablar del pasado de un mito, nada mejor que empezar por el futuro
inmediato.
–¿Cómo van a ser sus
shows en Buenos Aires?
–Voy a estar con un
músico que toca siete instrumentos y con un percusionista, que además es mi
hijo: esa es toda la gente que me acompaña en el escenario. Por supuesto, el
hecho de tocar con mi hijo es maravilloso, me siento muy afortunada. En este
momento todavía estoy armando lo que va a ser mi show para América latina, pero
probablemente va a ser una mayoría de canciones en inglés, muchas de las cuales
la gente puede reconocer, y también alguna en español.
–Aun reconociendo que es
imposible recorrer su carrera en un show, ¿piensa tocar canciones viejas y
nuevas?
–Sí, tiene que ser así,
porque son más de cincuenta años (se ríe). Tiene que ser una mezcla, y tiene
que ser una buena mezcla. Si la canción es vieja, tiene que ser hecha de una
manera fresca, porque no quiero que la noche sea simplemente nostalgia, aunque
un poco de nostalgia es inevitable y eso está bien. Pero tiene que ser fresco,
esa es la palabra clave.
–¿Puede ser que aparezca
“Gracias a la vida”?
–Seguramente. Va a haber
algún tema en español, lo voy a tener resuelto para cuando llegue allí. Pero es
algo que hago habitualmente: trato de integrarme a la cultura del país en el
que me encuentro, cualquiera que sea. Y es un desafío, realmente estoy
esperando ese momento, porque tengo raíces latinas por parte de mi padre,
aunque siempre he cantado en inglés, y no me metí mucho con eso. De modo que
esta gira será un viaje muy excitante y muy importante para mí.
–¿Hay alguna explicación
para el hecho de que no haya venido durante tanto tiempo?
–No estoy segura del
motivo, aún hay lugares en los que nunca estuve. Pero definitivamente éste es
un lugar al cual estoy muy contenta de poder volver y poder cantar.
–A través de su carrera,
ha descubierto nuevos compositores y nuevas canciones, de distintas
generaciones. ¿Está siempre a la búsqueda de canciones para interpretar?
–Tengo que darles
bastante crédito por eso a dos personas, mi asistente y mi manager, porque
ellos realizan la búsqueda, mientras yo estoy ocupada pintando y haciendo otras
cosas. Así que cuando estoy buscando canciones, les pido a ellos que empiecen
la selección, luego me envían las que consideran las mejores, y veo si
funcionan. Es un largo proceso conseguir canciones realmente buenas.
–¿Qué tiene que tener
una canción para que usted la cante?
–Sé que puede sonar un
poco tonto, pero para que la incluya en mi repertorio, la canción tiene que
llegarme. Puede ser principalmente la melodía, puede ser el sentimiento, puede
ser que la canción haga resonar algo dentro de mí. Pero a través de toda una
vida cantando, sé que las canciones más significativas para mí han sido las que
tienen tanto la belleza de la melodía y las palabras como también algún tipo de
resonancia política o social. No me gusta cantar las que tienen sólo una
protesta explícita, trato de encontrar las que son sutiles, hermosas, y llenas
de arte. Y esas canciones existen. Son difíciles de escribir. Los años ’60
y ’70 fueron muy especiales, una época llena de desafíos. Y esos desafíos
cruzaron desde la contracultura hacia la cultura. Pero, en la actualidad, en
primer lugar no ha surgido un talento sobresaliente como el de Dylan o Lennon,
y en segundo lugar, hay un montón de buenas canciones, pero la dirección del
activismo político o social es muy diversificada, no hay una causa única que
aglutine a la gente, así que es difícil para un compositor ser escuchado, aun
cuando la canción sea buena.
–¿Tiene alguna
explicación para eso? Porque el mundo parece ser un lugar tan injusto, o más,
de lo que lo era en los años ’60 y ’70...
–Conozco un montón de
gente joven que hace cosas muy interesantes y es muy generosa. Por ejemplo,
conozco a algunas personas que enseñan a la gente pobre en las montañas y no
tienen vida social, están completamente dedicadas a eso. Y hay miles de
personas como ellas. Pero pienso que el principal problema es que el
sentimiento que teníamos de estar conectados, en los ‘60 y los ‘70, está casi
completamente ausente. Para describir ese sentimiento, diría que lo más cercano
que tuvimos a eso fue Obama cuando estaba haciendo su campaña para presidente y
daba esos discursos. Eso cambió el mundo. Cuando llegó a la presidencia, era
imposible responder a las expectativas en cuanto a lo que él había generado.
Pero durante ese tiempo, la gente se sentía conectada de una manera que no
había visto en cuarenta años. Así que, al menos, nos recordó que era posible
tener ese sentimiento. Al mismo tiempo, pienso que si él hubiera decidido
liderar un movimiento, y evitar la Casa Blanca, podría haber tenido una
oportunidad más grande de realizar un cambio social.
–¿Se siente algo
desilusionada con sus períodos como presidente?
–Bueno, contrariando mi
característica (se refiere a que habitualmente no interviene en política
partidaria), yo lo apoyé, porque me sentí conmovida por sus discursos. El me
recordaba un poco al doctor (Martin Luther) King. Y al igual que la mayoría,
estoy decepcionada. Pero solamente te podés sentir decepcionado si esperabas
algo, y eso no es justo realmente, especialmente pensando en las circunstancias.
Yo no podría funcionar en ese tipo de atmósfera política, así que no sería
apropiado para mí sentirme ilusionada. Durante la mayor parte de mi vida he
tenido una visión bastante pesimista de la raza humana, ¡porque se comporta
terriblemente!
–Nadie pensaría en una
idealista como usted como alguien pesimista.
–Creo que soy bastante
realista.
–Ya que mencionó a
Martin Luther King, ¿tiene algún recuerdo especial de la Marcha por los
Derechos Civiles en 1963, en la cual pronunció su famoso discurso y de la
que usted participó?
–Tengo más recuerdos de
todo el proceso del cual esa marcha formó parte. Ese fue sólo un día, claro que
un día extraordinario, pero como tuve la buena fortuna de trabajar con el
doctor King en otras situaciones, tengo recuerdos de otros acontecimientos que
no fueron famosos, pero en las que él se comportó de una forma igualmente
valiente.
–Ese día usted cantó, al
igual que Bob Dylan y Peter, Paul and Mary.
–Sí, lo recuerdo como
una especie de caos excitante, y pensar en cosas tales como de qué manera
iban a conseguir comida para toda esa gente, dónde iban a ir al baño,
pensamientos prácticos (risas). Pero el hecho de que me permitieran cantar ese
día ha sido uno de los tesoros de mi vida. Quiero decir, cantar es uno de los
tesoros de mi vida.
Joan Baez y Bob Dylan |
Joan Baez y John Lennon |
La influencia de Joan
Baez es tan amplia y abarcadora que llega hasta lugares y artistas impensados,
incluso algunos de los que la propia cantante no tiene conciencia. Por ejemplo,
el hecho de que una de sus canciones, “Babe, I’m Gonna Leave You” –que abría su
álbum Joan Baez in Concert, Part 1, editado en 1962–, fue la que inspiró a
Jimmy Page y Robert Plant, ambos fans confesos de la cantante, a formar Led Zeppelin.
Según cuenta la leyenda, fue ése el primer tema que Plant y Page trabajaron en
conjunto, haciendo una adaptación eléctrica de la versión acústica de Baez, lo
que marcaría el futuro rumbo musical del grupo.
“¡¿Cómo?!”, se sorprende
Baez. “No lo sabía, pero para eso tengo mis amigos de la Argentina (risas). Es
maravilloso escuchar eso.”
–¿Recuerda sus visitas a
la Argentina?
–Seguro, fueron
fascinantes. Visité a Adolfo Pérez Esquivel... Recuerdo que había una
manifestación de las Madres de Plaza de Mayo y él vino donde estábamos para
recomendarme que no participara, porque alguien se había acercado amenazándolo
y diciéndole que iban a atentar contra mí. Y mucha gente me decía “¡hacelo,
hacelo!”, pero yo tengo que recordar, cuando hago un concierto, que tengo que
volver a casa. Así que no participé de la manifestación, pero me reuní con
ellas al día siguiente, y fue muy importante. Como usted sabe, fue fascinante
estar prohibido (lo dice en español), mucho más que ir simplemente y
dar un concierto (se ríe).
–Eso fue en el ’81, pero
también hubo una visita anterior, en el ’74, cuando cantó junto con Mercedes
Sosa.
–Fue cuando Mercedes
Sosa salvó mi vida.
–¿Cómo fue eso?
–Había un estadio lleno
y yo estaba hablando acerca de la no violencia, pero la gente no quería
escuchar nada de eso, entonces salió Mercedes y empezó a reprocharles. Y finalmente
empezó a cantar la canción “No nos moverán”, y a increpar al público (imita la
voz de Mercedes), “¡no nos moverán! ¡Más fuerte! ¡Más fuerte!”. Y esos pobres
chicos no tuvieron más remedio que obedecerle, porque ella era una figura muy poderosa.
–Después se hicieron
amigas.
–Sí, no nos veíamos
demasiado a menudo, pero hicimos una gira juntas por Alemania con un famoso
artista alemán (Konstantin Wecker, en 1988), y dimos una cantidad de conciertos
en distintas ciudades, así que tuve la oportunidad de compartir tiempo con esa
persona tan dulce que era Mercedes y que pudiéramos cantar juntas.
La última película de
los hermanos Coen, Inside Llewyn Davis, desató en las jóvenes generaciones
un nuevo interés por la música folk, así como años atrás también lo había hecho
otro film de los mismos directores, O Brother, Where Art
Thou? Recientemente, en un escenario histórico de Nueva York como es el
Town Hall, las nuevas luminarias del folk se reunieron para rendir homenaje al
legado de sus mayores, en un concierto denominado Another Day, Another Time:
The Inside Llewyn Davis Concert. Baez estuvo allí. “En su mayoría eran artistas
jóvenes y la calidad de su música era maravillosa”, recuerda la cantante. “Ese
es un ejemplo acerca de lo que hablamos antes: estos chicos componen e
interpretan con gran calidad y talento, y hace falta una película como esa, que
es casi una película underground, para que la gente escuche estos grupos.
Simplemente amé esa noche. Fui elegida como la representante mayor de los años ’60,
y disfruté de tocar y cantar con ellos, tanto como ellos disfrutaron de tocar
con una leyenda. Fue muy dulce, muy divertido y la música fue muy hermosa.
–La película está basada
en la autobiografía de Dave Van Ronk y es como una celebración del movimiento
de renacimiento del folk que tuvo su centro en el Greenwich Village a comienzos
de los ’60. ¿Usted formaba parte de ese movimiento?
–Bueno, durante la mayor
parte de esa época yo vivía en Boston. Porque hubo dos lugares centrales donde
la música folk realmente comenzó a popularizarse: uno era el Greenwich Village,
en Nueva York, y el otro era Harvard Square, en Cambridge. Yo empecé a trabajar
cuando tenía 19 años y para ese entonces ya tenía mi público. Estaba rodeada de
músicos que tocaban banjos y guitarras, y aprendí simplemente mirándolos; nunca
tomé clases y tampoco lo hizo ninguna de la gente que conocía: así era la
manera en que se transmitía esa música. Fui algunas veces a Nueva York; de
hecho, fue ahí donde conocí a Bob Dylan, en Gerde’s Folk City, en Greenwich
Village. Durante ese período, la escena era vibrante, enormemente creativa. Yo
era la persona correcta, con la voz apropiada, en el momento justo.
–¿Recuerda cómo conoció
a Bob Dylan?
–Alguien dijo, “tenés
que ir a escuchar a ese chico”, que escribía y cantaba y blablablá, no recuerdo
bien lo que dijo. Así que fui, con mi novio, y él estaba cada vez más
enojado... (se ríe).
–Claro, su atención se
había volcado totalmente hacia Dylan...
–Absolutamente. No había
forma de no hacerlo. Era increíblemente brillante, las palabras eran
inteligentes, y además, tengo una tendencia a elegir gente que necesita ayuda
(ríe nuevamente, algo avergonzada).
–Usted lo apadrinó
durante la primera época.
–Sí, y estoy muy
contenta de haberlo hecho. Igualmente algún otro lo hubiera descubierto, pero
estoy contenta de haber sido yo quien lo invitó. Y tuve que educar a mi
público, porque no quería escucharlo. Dylan tenía una voz terrible y ellos
venían a escucharme a mí, eso no era por lo que habían pagado. Tenía que
decirles (con tono admonitorio) “¡tienen que escuchar a este chico, escuchen
las palabras que canta, él va a ser muy grande!”. Algunos no se lo tomaban
demasiado en serio, pero la mayoría comprendió que teníamos un genio.
–¿Se mantiene en
contacto con Dylan?
–No, él es un individuo
muy... remoto. Y yo respeto eso.
–Usted grabó un álbum
muy hermoso con canciones de Dylan, Any Day Now. ¿Nunca hubo un plan
para grabar algo juntos?
–No. Honestamente, es
absolutamente imposible trabajar con él (risas). Así que cualquiera que tenga
la imagen de que puedo estar compartiendo tiempo con él, que cantamos y
componemos juntos, ya puede ir abandonando esa fantasía. Pero sigo admirándolo
y apoyándolo. No hay malos sentimientos entre nosotros, para nada.
–¿Dylan fue importante
para que usted dejara el material folk tradicional que hacía en sus comienzos y
pasara a cantar canciones de sus contemporáneos?
–Dylan no fue la razón
por la que cambié, él simplemente llenó un lugar vacío. Quiero decir,
musicalmente cambié, pero realmente fueron sus palabras las que llenaron una
parte de mi vida, de mi carrera, y de la política, a la que ninguna de las
baladas folk tradicionales podía acercarse, simplemente sirvió ese propósito.
–Usted ha participado de
montones de movimientos por la paz, por los derechos civiles, contra las
injusticias sociales. ¿Cómo ve el mundo en la actualidad, en comparación a como
lo veía cuando empezó a cantar sobre estos temas a finales de los ’50?
–¿Conoce la expresión “aprendemos de nuestros errores”? Bueno ¡eso es una
gran mentira!
©Claudio Kleiman
Buenos Aires 9 de
febrero de 2014
Fuente: Página 12
Nota: Los enlaces. texto de BD y fotos son agregados de este blog.
"Todo lo que hacía (Joan Baez) funcionaba.
El hecho de que tuviera la misma edad que yo
casi me hacía sentir inútil. Por ilógico que parezca,
algo me dijo que era mi alma gemela,
que era la cantante con la que mi voz
podía armonizar perfectamente".
Bob Dylan, “Crónicas”, 2005
Joan Baez rumbo a Chile: "Hasta ahora no hemos tenido nada como Bob Dylan" /entrevista de Andrés Nazarala R, La Segunda, Santiago, 6 de febrero de 2014
"La gente todavía quiere estar en los 60"
Es imposible hablar con Joan Baez sin referirse a Bob Dylan. Su colaboración profesional trascendió el romance que tuvieron a comienzo de los 60. Algo de esto se ve en "Don't look back" -célebre documental de D.A. Pennebaker- y también en "Renaldo and Clara", película experimental y surrealista que Dylan dirigió en 1975, durante la extravagante gira Rolling Thunder Revue.
"Fue lo más entretenido que he hecho en toda mi vida", recuerda a carcajadas. "Todo era tan loco como se ve. Es que Bob Dylan es un genio completamente único. En ese entonces no teníamos nada como él. Y, adivina qué, no hemos tenido nada como él hasta ahora. Sus canciones son inmortales".
-El ha inspirado a muchos nuevos cantautores. ¿Qué opinas de la escena actual?
-Están pasando muchas cosas, pero veo algunos obstáculos. El primero es que la gente todavía quiere estar en los 60. Y lo otro es que hay canciones muy bellas que se escriben, pero pocas plataformas para ellas. Así que no sabemos realmente lo que pasa. No hay un movimiento cohesivo como el que existía en los 60 y 70, así que cuesta encontrar el lugar donde poner estas canciones. No han llegado a la cultura, que es lo que pasaba antes. Siguen circulando a nivel subterráneo en los clubes de folk y no son parte de la radio. Podríamos decir que no están disponibles para jóvenes de todas las edades o profesores.
-¿Te gusta alguno en particular?
-Me gusta Mumford & Sons... Y he estado escuchando a Nano Stern. ¡El es fantástico! (ríe).
"No puedes hacer cambios serios sin tomar un riesgo"
Analizando las nuevas generaciones, ella concluye que "hay más actividades sociales hoy que hace 50 años, pero no tienen un objetivo común, lo que hace que sea difícil seguirlas".
"La última vez que tuvimos una cohesión fue cuando Obama ganó como presidente. El mundo cambió. Hubo una sensación de que volvimos a ser hermanos y hermanas. Y eso no había pasado por 40 años".
-Han pasado 5 años de eso. ¿Cómo crees que lo ha hecho?
-Pudo haber hecho avances realmente significantes, pero no ha sido fácil para él. No puedes hacer cambios serios sin tomar un riesgo. Y eso se ha perdido en el vocabulario y en las acciones. Mucha gente no entiende qué tan importante es que ese riesgo exista. Como Pete Seeger. El tomó el riesgo y pagó el precio. No debería ser algo tan excepcional, pero es más difícil en estos días.
-Como Martin Luther King, de quien fuiste cercana...
-Sí. El tomó riesgos. Y pagó el precio final.
-En una entrevista reciente dijiste que Obama debería pedir perdón por sus intervenciones...
-Me sacaron un poco de contexto. No espero que Obama pida disculpas. Sería bueno que la gente que estuvo involucrada lo hiciera, pero creo que es más que nada un problema de educación. Sería sano que el mundo entendiera la participación de EE.UU. en torturas, operaciones militares y planes para desequilibrar países latinoamericanos y africanos. Se trata de cómo explicarle a la gente lo que hemos hecho. No es una mala idea lo de la disculpa. Una campaña al respecto sería una buena causa para organizarse. Al menos, podría ser una buena herramienta educacional.
Dylan, Poe, Tom Waits: Joan en 24 discos
La discografía oficial de la cantante está compuesta por 24 álbumes de estudio y 10 registros en vivo, partiendo por "Joan Baez" , el L.P. que la lanzó a la fama en 1960. Columbia estaba interesado en editarlo pero ella rechazó la oferta para firmar por el sello independiente Vanguard. Incluye 13 canciones tradicionales del folclore y fue grabado en un hotel de Nueva York.
Siguiendo los pasos de Dylan, en 1965 cambió la guitarra acústica por una banda de rock y grabó el elogiado "Farewell, Angelina" . Dos años más tarde dio un paso más adelante con"Joan" , álbum en el que combinó covers de Los Beatles y Donovan con canciones de Jacques Brel e, incluso, lecturas de textos de Edgar Allan Poe.
Su encuentro con Latinoamérica llegó con "Gracias a la vida" , definido por ella como "un mensaje de esperanza para los chilenos". Además del clásico de Violeta Parra que le da el título, incluye una versión de "Te recuerdo, Amanda", de Víctor Jara.
Sus últimas obras discográficas son "Dark chords on a big guitar" (2003) -en el que interpreta canciones de Ryan Adams y Natalie Merchant- y "Day after tomorrow" (2008), en el que se rinde ante composiciones de Tom Waits y Elvis Costello, entre otros.
El recientemente lanzado "How sweet the sound" , por su parte, contiene algunas rarezas y grabaciones inéditas.
En nuestro país, Alerce editó "Joan Baez en Chile" , registro de su actuación de 1981.
©Andrés Nazarala R.
Santiago de Chile
6 de febrero de 2014
Fuente foto Joan Baez con Michelle Obama y Pete Seeger: Joan Baez
Nota: Las fotos, videos y enlaces fueron agregados por este blog.
Joan Baez y Paul Mc Cartney |
“Hoy creo en las pequeñas victorias y en las grandes derrotas” / entrevista de Juan Manuel Domínguez, Perfil, Buenos Aires 25 de enero de 2014 / Joan Baez por Adolfo Pérez Esquivel
Antes de presentarse en nuestro país en marzo en el Gran Rex, la mayor cantante de protesta de la historia habló con PERFIL. Cree que Obama se apagó al llegar a la Casa Blanca.
"Me acuerdo que fui a marchar con las Madres y nos apuntaron. La gente creyó que yo corría un riesgo, pero el riesgo estaba en aquellos que se quedaron ahí."
Joan Baez, Time Magazine, 1962 |
“Una tormenta perfecta”, así define Joan Baez (73) su vida. Ya lo había hecho en otras ocasiones, seguro, ¿qué otra forma podría usar la legendaria artista folk y activista política que estuvo enamorada de Bob Dylan (y fue correspondida), que se codeaba con los Beatles y que fue invitada por Martin Luther King para marchar juntos?
“A veces me pasa”, le dice en exclusiva a PERFIL, antes de su visita musical el 6 y 7 de marzo en el teatro Gran Rex como parte del tour Gracias a la Vida, “que (N. del R: se ríe antes de decirlo) he convivido tanto con la parte ‘legendaria’ de mi persona, desde que aparecí en los 60, que me cuesta por un lado entender ciertas fascinaciones que son muy parte de mi pasado... Dylan, mi presencia en Woodstock: supérenlo, no fue una revolución... Me hacen creer que no han pasado muchas cosas en las vidas de los demás, y por otro lado eso ha sido tan parte de mi vida, de toda mi vida, y no puedo imaginarme fuera de esa vorágine”.
Baez, como bien se dice, fue en un momento la Madonna del folk y del activismo: esa lucha se extiende a sus días. “Sí, es verdad. En aquel momento eran derechos civiles, después fue Vietnam e incluso en mi pasada visita a Buenos Aires sucedían cosas”. Habla de 1981, cuando vino a Buenos Aires por primera vez: “Recuerdo de aquella ocasión una serie de imágenes: mi encuentro con Pérez Esquivel, mi descubrir a Mercedes Sosa (por algo el tour se llama así) y obviamente la tensión política. Los desaparecidos. Me acuerdo que fui a marchar con las Madres y nos apuntaron. La gente creyó que yo corría un riesgo, pero el riesgo estaba en aquellos que se quedaron ahí. No quería poner a nadie en peligro. En esos momentos es donde se ve la calidad de la gente y por aquel entonces veía algo que hoy no veo en Estados Unidos, mi país”.
—¿A qué te referís puntualmente?
—Creo que los 60 fueron un instante irrepetible, de una pureza que hoy no existe. Estaban los Lennon y los Dylan, Dylan representaba una voz que a mí me guió en lo que sentía. La música de hoy, no por falta de talento, muestra los tiempos confusos que se viven: no hay un sentido de comunidad. Y no tiene que ver con el avance del capitalismo, tiene que ver con, precisamente, aquel algo irrepetible. No podría hablar siquiera de que no hay progreso: me da más miedo la sensación de que todo se acerca a la caída libre de esos ideales. Estados Unidos es la tierra del egoísmo. Perdimos mucho después de Vietnam: no sabíamos contra qué protestar, o cómo pararnos, y ahí fue donde comenzó el fin.
—¿Obama no se acercó a otra cosa, al menos comparado con Bush?
—Bush era un asno. Pero, respecto de Obama, en un instante, sí. Pero desearía que nunca hubiera sido presidente. En sus discursos de campaña, su fuerza era admirable, sus ideales. Pero es difícil hacer cosas desde la Casa Blanca. Quizás si no hubiera sido presidente, su potencia como agente externo, como motivador hubiese sido muchísimo más importante. Podría haber liderado un movimiento muy importante.
—Entonces, ¿ya no cerrás tus recitales con “We Shall Overcome” (traducción: Algún día triunfaremos), el tema de tu querido Pete Seeger que viene siendo un himno del activismo?
—Hay una diferencia entre ser realista y pesimista. Yo soy realista, nunca fui una optimista, creo en la gente, creo que hay grandes personas haciendo cosas en el mundo. Pero no hay grandes comunidades, y eso sí genera que puedan cometerse ciertas atrocidades. Un poco que sí creo en We Shall Overcome, pero soy alguien que aprendió a vivir con sus ansias y con algunas del planeta: hoy creo en las pequeñas victorias y en las grandes derrotas, ese es mi motor. Mirá esto: me decís que hace 40 grados en Argentina. Eso es un desastre. Es parte del desastre global ecológico. Me da terror el futuro en el que vivirán mi hijo y mi nieta. Y no tiene que ver con un sentido de nostalgia. Odio que lo vean como un acto nostálgico. Tiene que ver con la realidad de un planeta que ha cambiado muy rápido y por todas las razones equivocadas. Soy muy creyente de que el coraje es contagioso, por eso lucho, por eso resisto, por eso me duelen mis derrotas. Pero eso no implica que uno se dé por vencido. Eso sí sería un tremenda derrota. Y no va a pasar.
La mera mención de Dylan o de los Beatles, compañeros generacionales y de juntadas de Baez, le trae una incómoda sonrisa: “Entiendo que eso impresione, pero nadie quiere ser leyenda. Yo quiero que se hable de mí en términos más expansivos, más amables con cómo dominé mis demonios y me llevó toda una vida”. De quien sí habla “como ejemplo que debería haber cambiado todavía más al mundo, de quien debemos aprender mucho” es de Martin Luther King: “Nunca voy a olvidar lo que fue caminar a su lado. Ver a niños con carteles peleando por derechos civiles y que reaccionaron frente a la policía poniéndose de rodillas, siendo pasivamente agresivos. Fue una de las cosas que más se me grabaron en la memoria”.
—¿Qué pasa cuando ves determinadas cosas de la cultura popular, como Miley Cirus haciendo twerking? ¿Te molesta?
—Tengo que ser absolutamente sincera: estoy muy desconectada de lo que pasa en la cultura actual. Es muy consciente. Antes cuando te hablaba de la música actual también lo decía en términos de ¿adónde se va con la música? ¿A Fox News? ¿A radios de multimedios? No digo que antes fuera más sencillo, pero parecía haber un interés más genuino en la cultura y no tenía que ver con que no podías escapar de ella. Quizás algo está sucediendo: quizás está en la internet, o en otro lugar. Pero es cierto que tenemos que hacer lo que podamos para mantener a la Madre Tierra lo más posible y que todo no se acabó con Blowin’in the Wind.
—¿Cómo ves hoy aquel pasado donde eras una superestrella de la música en un momento, como vos decís, irrepetible?
—En ese entonces me aterraba que me vieran como alguien que sólo quería subirse a algo para tener éxito comercial. O que no me tomaba en serio la música por todas mis actividades políticas. En un instante me di cuenta de que necesitaba reinventarme: es difícil pensar que ayer estaba con los Beatles y en un pestañeo veo el mundo irse al diablo.
©Juan Manuel Domínguez
Perfil, Buenos Aires 25 de enero de 2014
Fuente: Perfil
Una figura emblemática /
Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz)
Joan Baez y Adolfo Pérez Esquivel, Buenos Aires 1981 |
"Joan recibió varias amenazas y hasta tuvo que cambiarse de hotel por las persecuciones que sufrió"
A Joan Báez la recuerdo con mucho afecto y cariño. Ella y Bob Dylan son figuras emblemáticas de la resistencia, la lucha por la paz y los derechos de los pueblos. La conocí en 1981, cuando vino a dar unos conciertos programados a la Argentina y manifestó que quería conocerme. Yo ya había salido de prisión y recibido el premio Nobel de la Paz, así que nos encontramos en la sede del Serpaj (Servicio Paz y Justicia), en México y Bolívar. Como eran tiempos de dictadura, nos pusieron una bomba en el balcón. Tuvimos que desalojar el lugar y llamar la Brigada de Bomberos para que desactiven la bomba. Por su solidaridad conmigo y con toda la situación del país, Joan recibió varias amenazas y hasta tuvo que cambiarse de hotel por las persecuciones que sufrió. Ella la pasó muy mal hasta el extremo que le suspendieron sus conciertos por las amenazas. Ojalá que ahora pueda dar el recital porque es una gran cantante. Espero poder estar para asistir a su concierto, ya que le debo un agradecimiento enorme por aquella presencia.
Perfil, Buenos Aires 25 de enero de 2014
Fuente: Perfil
Joan Baez en Argentina: entradas
Joan Baez documental: Portrait, BBC, Londres 2009
Joan Baez música: videos
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Joan Baez música: videos
Joan Báez: “Obama debería pedir disculpas por lo que hizo EEUU en América Latina en los 70” / entrevista de Daniel Núñez y Samuel Fuentes / The Clinic, Santiago de Chile, 28 enero 2014
A pesar de que no viene a Chile hace 33 años, la cantante norteamericana, Joan Báez, recuerda como si fuera ayer su actuación en la parrroquia Santa Gemita de Ñuñoa en 1981, cuando la dictadura de Pinochet le prohibió tocar públicamente para todos sus seguidores en nuestro país. Al teléfono desde Estados Unidos, Báez dice que está muy emocionada con los conciertos que dará el próximo 14 y 15 de marzo en el Teatro Caupolicán, los que le permitirán saldar esa deuda de más de tres décadas.
La artista emblema de la canción de protesta en los ’60 y ’70 en EEUU, a sus 73 años, sigue preocupada de los Derechos Humanos y de los artistas que se convirtieron en un ícono de lucha en esos duros tiempos. Por eso, cuando recuerda uno de sus discos titulado “Gracias a la Vida”, en homenaje a Violeta Parra, dice categórica: “Se ha convertido en un himno, ya dejó de ser solo una canción. Es conocida en todo el mundo”.
La artista emblema de la canción de protesta en los ’60 y ’70 en EEUU, a sus 73 años, sigue preocupada de los Derechos Humanos y de los artistas que se convirtieron en un ícono de lucha en esos duros tiempos. Por eso, cuando recuerda uno de sus discos titulado “Gracias a la Vida”, en homenaje a Violeta Parra, dice categórica: “Se ha convertido en un himno, ya dejó de ser solo una canción. Es conocida en todo el mundo”.
En esta entrevista, Joan repasa su carrera, su cercanía con la Nueva Canción Chilena y los múltiples atentados que sufrió a lo largo de su vida artística, como el bombardeo que aguantó en Vietnam en un búnker hasta las amenazas de muerte de un desconocido en la Argentina de los años 80.
Joan, tu último disco salió hace casi cinco años, ¿qué has hecho durante este tiempo?
-Bueno, algunas cosas se me vienen a la cabeza. Mi madre estaba en sus 90 años y yo ayudé a cuidarla hasta que cumplió 100, cuando murió. Eso fue este año (2013), en abril. Y además he estado pintando en acrílico. Empecé hace dos años y estoy muy emocionada con eso y mi sensación ahora sobre volver a grabar es que en esta etapa de mi carrera volveré a grabar solo si tengo una idea fantástica, pero no voy a hacer un disco simplemente por hacerlo.
-Bueno, algunas cosas se me vienen a la cabeza. Mi madre estaba en sus 90 años y yo ayudé a cuidarla hasta que cumplió 100, cuando murió. Eso fue este año (2013), en abril. Y además he estado pintando en acrílico. Empecé hace dos años y estoy muy emocionada con eso y mi sensación ahora sobre volver a grabar es que en esta etapa de mi carrera volveré a grabar solo si tengo una idea fantástica, pero no voy a hacer un disco simplemente por hacerlo.
No has vuelto a Sudamérica desde 1981, ¿qué esperas de tu retorno después de todo este tiempo?
-No sé qué esperar. Si no vas a un país por un largo tiempo hay dos opciones: o se olvidan de ti o te conviertes en algo realmente importante, jajaja. Espero que este sea un tour exitoso y tener la oportunidad de agradecerle a tanta gente en Latinoamérica.
-No sé qué esperar. Si no vas a un país por un largo tiempo hay dos opciones: o se olvidan de ti o te conviertes en algo realmente importante, jajaja. Espero que este sea un tour exitoso y tener la oportunidad de agradecerle a tanta gente en Latinoamérica.
En Chile tuviste que tocar en la Parroquia de Santa Gemita, en Ñuñoa, por la prohibición de la dictadura de Pinochet. Según los archivos el lugar estaba rodeado de policías mientras estabas actuando…
-Fue una visita extraordinaria, como seguro sabrán. Una de las cosas más increíbles que he hecho en mi vida fue cantar en esa iglesia y tener a esos otros músicos acompañándome, aún sabiendo que la policía estaba fuera, ganándoles esa batalla con música. Fue un momento maravilloso. Recuerdo escuchar que nos advertían que no cantáramos, de lo contrario la policía entraría. El hacer caso de ello fue lo único que mantuvo a la policía fuera de la iglesia. Solo nos tuvimos que apegar a ciertas mínimas reglas para que todo estuviera bien. También fue un episodio triste por todo lo que ocurría en Chile, recuerdo las historias que la gente me contaba y el trabajo de Amnistía Internacional. De todas formas, no suelo recordar mucho esos tiempos. Si lo recordara mucho, me volvería loca, ya que es muy triste.
-Fue una visita extraordinaria, como seguro sabrán. Una de las cosas más increíbles que he hecho en mi vida fue cantar en esa iglesia y tener a esos otros músicos acompañándome, aún sabiendo que la policía estaba fuera, ganándoles esa batalla con música. Fue un momento maravilloso. Recuerdo escuchar que nos advertían que no cantáramos, de lo contrario la policía entraría. El hacer caso de ello fue lo único que mantuvo a la policía fuera de la iglesia. Solo nos tuvimos que apegar a ciertas mínimas reglas para que todo estuviera bien. También fue un episodio triste por todo lo que ocurría en Chile, recuerdo las historias que la gente me contaba y el trabajo de Amnistía Internacional. De todas formas, no suelo recordar mucho esos tiempos. Si lo recordara mucho, me volvería loca, ya que es muy triste.
En esa gira, durante tu paso por Argentina tuviste algunos problemas, ¿nos podrías contar algo sobre eso?
-La cosa más peligrosa que nos pasó en Argentina fue que nuestro equipo fue amenazado, literalmente, por un tipo en la calle con una pistola. Él les dijo “no dejen que Joan salga o puede desaparecer”. Personalmente no salí dañada. Pero me he hecho muchas preguntas en torno a eso. Al menos estoy feliz de que no le hice caso. Querían que mantuviera mi boca cerrada, ya que sabían que hablaba sobre Derechos Humanos. Ese tour por Latinoamérica se volvió un movimiento político muy importante.
-La cosa más peligrosa que nos pasó en Argentina fue que nuestro equipo fue amenazado, literalmente, por un tipo en la calle con una pistola. Él les dijo “no dejen que Joan salga o puede desaparecer”. Personalmente no salí dañada. Pero me he hecho muchas preguntas en torno a eso. Al menos estoy feliz de que no le hice caso. Querían que mantuviera mi boca cerrada, ya que sabían que hablaba sobre Derechos Humanos. Ese tour por Latinoamérica se volvió un movimiento político muy importante.
GRACIAS A LA VIDA
En 1974 ya tuviste un acercamiento con Chile al grabar el disco “Gracias a la vida”, que además de tener temas de diferentes compositores latinoamericanos, fue dedicado a las víctimas del régimen de Pinochet. ¿Siempre estuvo presente el tema de los Derechos Humanos en tu vida?
-Toda mi familia pertenecía a los cuáqueros. Esta religión era la única que se oponía seriamente a la guerra y a matar. Muchas religiones comparten eso, pero cuando se trata sobre una guerra, nunca pelean esta guerra. Los cuáqueros son bastante estrictos sobre la no-violencia. Además se involucran en la acción política a su propia manera. Al menos eso me motivó a mí. Y creo que yo tuve suerte por el interés de mi familia de lograr un cambio social. Por alguna razón eso me marcó fuertemente, fue un sentimiento muy fuerte. Yo tuve suerte de poder cantarles a esas personas y mezclar la política con la música porque la música es la mejor forma.
-Toda mi familia pertenecía a los cuáqueros. Esta religión era la única que se oponía seriamente a la guerra y a matar. Muchas religiones comparten eso, pero cuando se trata sobre una guerra, nunca pelean esta guerra. Los cuáqueros son bastante estrictos sobre la no-violencia. Además se involucran en la acción política a su propia manera. Al menos eso me motivó a mí. Y creo que yo tuve suerte por el interés de mi familia de lograr un cambio social. Por alguna razón eso me marcó fuertemente, fue un sentimiento muy fuerte. Yo tuve suerte de poder cantarles a esas personas y mezclar la política con la música porque la música es la mejor forma.
¿Cómo llegaste a Violeta Parra y Víctor Jara?
Me lo mostraron unos buenos amigos que tuvieron que abandonar Chile, porque era muy peligroso. Luego nos juntamos con algunos músicos chilenos y creo que argentinos y planeamos ese álbum. Ellos ya conocían esas canciones. Finalmente fue una colaboración principalmente con chilenos en el exilio. Fue música muy importante. Es decir, para soportar un período como el de Pinochet tenías que aferrarte a algo. En mi opinión, en esas situaciones es cuando las cosas más creativas ocurren. El arte más creativo, la música más creativa sale de esas situaciones desesperadas. Una canción como “Gracias a la vida”, surgida desde un período de tanta miseria y terror, termina siendo extraordinaria.
Me lo mostraron unos buenos amigos que tuvieron que abandonar Chile, porque era muy peligroso. Luego nos juntamos con algunos músicos chilenos y creo que argentinos y planeamos ese álbum. Ellos ya conocían esas canciones. Finalmente fue una colaboración principalmente con chilenos en el exilio. Fue música muy importante. Es decir, para soportar un período como el de Pinochet tenías que aferrarte a algo. En mi opinión, en esas situaciones es cuando las cosas más creativas ocurren. El arte más creativo, la música más creativa sale de esas situaciones desesperadas. Una canción como “Gracias a la vida”, surgida desde un período de tanta miseria y terror, termina siendo extraordinaria.
¿Aún te emociona interpretarla?
-Bueno, “Gracias a la vida” se ha convertido en un himno, ya dejó de ser sólo una canción. Es conocida en todo el mundo. A pesar de no entender toda la letra, la gente la acompaña tarareando. Es algo tan simple que, por ejemplo, una vez estaba actuando en Praga, República Checa, le canté esa canción a Aung San Suu Kyi –Premio Nobel de la Paz, ícono de la resistencia a la dictadura birmana-, que se encontraba ahí como invitada en una reunión. Cuando le canté, pensé que la canción perfecta era “Gracias a la vida”. Tenía perfecto sentido para una persona que había estado detenida durante muchos años. Bueno, es la canción apropiada en todos lados.
-Bueno, “Gracias a la vida” se ha convertido en un himno, ya dejó de ser sólo una canción. Es conocida en todo el mundo. A pesar de no entender toda la letra, la gente la acompaña tarareando. Es algo tan simple que, por ejemplo, una vez estaba actuando en Praga, República Checa, le canté esa canción a Aung San Suu Kyi –Premio Nobel de la Paz, ícono de la resistencia a la dictadura birmana-, que se encontraba ahí como invitada en una reunión. Cuando le canté, pensé que la canción perfecta era “Gracias a la vida”. Tenía perfecto sentido para una persona que había estado detenida durante muchos años. Bueno, es la canción apropiada en todos lados.
El gobierno de Estados Unidos fue el responsable de varios golpes de Estado ocurridos en Latinoamérica durante los años 70’, ¿Cómo has observado la actitud de tu país con nuestro continente?
-Ha sido algo de décadas y décadas. Empezó en el siglo pasado, cuando los blancos, viniendo de Europa a conquistar y apropiarse de América sin preocupación alguna por la gente nativa, dijeron “estos son las costumbres de las grandes naciones”. Lo hicieron los ingleses, lo hicieron los holandeses… y claro, somos particularmente culpables en la relación con Latinoamérica. Esa fue claramente una de las razones por las que hice las cosas que hice durante mi vida.
-Ha sido algo de décadas y décadas. Empezó en el siglo pasado, cuando los blancos, viniendo de Europa a conquistar y apropiarse de América sin preocupación alguna por la gente nativa, dijeron “estos son las costumbres de las grandes naciones”. Lo hicieron los ingleses, lo hicieron los holandeses… y claro, somos particularmente culpables en la relación con Latinoamérica. Esa fue claramente una de las razones por las que hice las cosas que hice durante mi vida.
¿Crees que Obama u otros que vengan deberían pedir perdón por su intromisión en otros países?
-Creo que el mejor ejemplo de lo que se debería hacer es Sudáfrica, donde se logró la paz y la reconciliación. Ellos se disculparon, pudieron decir “lo siento”. Sudáfrica lo necesitaba. Es una situación extraordinaria cuando alguien está dispuesto a pedir perdón. Por supuesto que Obama debería pedir disculpas por lo que hizo EEUU en los 70 en Latinoamérica.
-Creo que el mejor ejemplo de lo que se debería hacer es Sudáfrica, donde se logró la paz y la reconciliación. Ellos se disculparon, pudieron decir “lo siento”. Sudáfrica lo necesitaba. Es una situación extraordinaria cuando alguien está dispuesto a pedir perdón. Por supuesto que Obama debería pedir disculpas por lo que hizo EEUU en los 70 en Latinoamérica.
Cuando viajaste a Hanoi, en 1972, sufriste en carne propia uno de los peores bombardeos de Estados Unidos en tierras vietnamitas. ¿Qué recuerdos tienes de ello?
-A veces pienso que esas experiencias son tan profundas que ni siquiera las puedo sentir mucho cuando vuelvo a casa. De hecho, volví a Hanoi el año pasado. No sé si saben, pero ellos redescubrieron los búnkers anti-bombas e hicieron un hermoso memorial, además de un tour para que la gente pudiera tener una experiencia de cómo fue. Incluso ponen las grabaciones que hice mientras bombardeaban. Creo que hicieron una gran labor educacional. De alguna manera, cuando estuve ahí, fue una de las pocas veces que sentí algo sobre aquel bombardeo en estos 40 años. Fueron demasiadas cosas para sentir cuando estuve ahí.
-A veces pienso que esas experiencias son tan profundas que ni siquiera las puedo sentir mucho cuando vuelvo a casa. De hecho, volví a Hanoi el año pasado. No sé si saben, pero ellos redescubrieron los búnkers anti-bombas e hicieron un hermoso memorial, además de un tour para que la gente pudiera tener una experiencia de cómo fue. Incluso ponen las grabaciones que hice mientras bombardeaban. Creo que hicieron una gran labor educacional. De alguna manera, cuando estuve ahí, fue una de las pocas veces que sentí algo sobre aquel bombardeo en estos 40 años. Fueron demasiadas cosas para sentir cuando estuve ahí.
¿Sabías que Salvador Allende estuvo en el mismo búnker en el año 1968, cuando era senador?
-No sabía de ello, es la primera vez que lo escucho. Hubo muy pocos búnkers. Al parecer ese fue el mejor, jajaja.
-No sabía de ello, es la primera vez que lo escucho. Hubo muy pocos búnkers. Al parecer ese fue el mejor, jajaja.
OBAMA
Tocaste en la Casa Blanca en el año 2010, en un evento de Obama como homenaje a la música a favor de los Derechos Humanos. ¿Qué tal estar en la Casa Blanca?
-No me gusta tocar en la Casa Blanca. Me cae bien Obama y quería darle una oportunidad, además de aprovechar de celebrar los derechos civiles. No estuve para nada cómoda ahí, ¿sabes? De algún modo tuve que hacer el sacrificio de estar en esa atmósfera, pero realmente no estuve cómoda.
-No me gusta tocar en la Casa Blanca. Me cae bien Obama y quería darle una oportunidad, además de aprovechar de celebrar los derechos civiles. No estuve para nada cómoda ahí, ¿sabes? De algún modo tuve que hacer el sacrificio de estar en esa atmósfera, pero realmente no estuve cómoda.
¿Qué piensas ahora de Obama?
-Creo que ha pasado tiempos excepcionalmente difíciles en los cuales él ha intentado hacer de todo. Hay momentos en los que me he sorprendido de su juicio, en los cuales no entiendo el porqué de no hacer esfuerzos por eliminar Guantánamo y cosas de ese tipo. Es una combinación de no entender cómo funciona su mente, mientras que sí vemos cómo funcionan sus discursos. Son brillantes. Sus ideas también son brillantes. Creo que pelear contra el Tea Party le ha hecho casi imposible el realizar cambios.
-Creo que ha pasado tiempos excepcionalmente difíciles en los cuales él ha intentado hacer de todo. Hay momentos en los que me he sorprendido de su juicio, en los cuales no entiendo el porqué de no hacer esfuerzos por eliminar Guantánamo y cosas de ese tipo. Es una combinación de no entender cómo funciona su mente, mientras que sí vemos cómo funcionan sus discursos. Son brillantes. Sus ideas también son brillantes. Creo que pelear contra el Tea Party le ha hecho casi imposible el realizar cambios.
¿Qué se te vino a la cabeza cuando Obama recibió el Premio Nobel de la Paz?
-Lo encontré ridículo. Y creo que él también lo encontró así, jajaja. Obama no había tenido una oportunidad para demostrar lo que vale. Las personas estaban muy emocionadas. Bueno, yo también lo estaba, y aquello no es algo propio de mí. Sus características se asemejaban mucho a las del doctor (Martin Luther) King. Si él se hubiese quedado a un lado de la política, podría haber hecho cosas similares a las que logró el doctor King. La gente estaba tan unida por él… pero una vez que entró a la Casa Blanca, mucho de su poder se esfumó. Eso es lo triste de haber perdido a Obama, ya que él fue la primera persona desde que terminó la guerra de Vietnam que nos unió. Y no sólo en este país, era algo mundial. Cuando nos dejó, volvimos donde estuvimos hace 40 años: gente intentando hacer cosas buenas, pero sin el contexto de una gran comunidad mundial es bastante desmotivante.
-Lo encontré ridículo. Y creo que él también lo encontró así, jajaja. Obama no había tenido una oportunidad para demostrar lo que vale. Las personas estaban muy emocionadas. Bueno, yo también lo estaba, y aquello no es algo propio de mí. Sus características se asemejaban mucho a las del doctor (Martin Luther) King. Si él se hubiese quedado a un lado de la política, podría haber hecho cosas similares a las que logró el doctor King. La gente estaba tan unida por él… pero una vez que entró a la Casa Blanca, mucho de su poder se esfumó. Eso es lo triste de haber perdido a Obama, ya que él fue la primera persona desde que terminó la guerra de Vietnam que nos unió. Y no sólo en este país, era algo mundial. Cuando nos dejó, volvimos donde estuvimos hace 40 años: gente intentando hacer cosas buenas, pero sin el contexto de una gran comunidad mundial es bastante desmotivante.
Daniel Núñez y Samuel Fuentes
Santiago de Chile
28 de enero de 2014
Fuente: The Clinic
Link: Joan Baez en América Latina 2014: información países y fechas.
Nota: Los enlaces que aquí aparecen no forman parte de la entrevista original, fueron agregados por este blog y pedimos disculpas a los autores de la entrevista por incluirlos sin pedirles autorización previa.
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