"Mi dolor de exilio es tan grande que cubre todo mi cuerpo.

Muevo un dedo del pie y sufro".

Lejos de casa


Edgardo Greco entrevista a Viviana Marcela Iriart, Revista Ronda, Caracas, noviembre de 1985







La Larga  Noche de A. Rowinsky se estará presentando en la remozada sala Aveprote hasta mediados de diciembre, para luego volver en enero. Se trata de la obra ganadora del Concurso Internacional de Dramaturgia del Tercer Mundo 1985 convocado por el Centro Venezolano del Instituto Internacional de Teatro de la UNESCO.  Fue estrenada el mes pasado en Maracay, inaugurando la sala y sede del grupo La Misere, que dirige Ramón Lameda.

Las actuaciones de esta pieza, que analiza la problemática del exilio, están a cargo de Nelson Segré, Sonia Valle,  José Yovanne Monetta, Otto Rodríguez y Alberto Rowinsky, quien también dirige.

Los diseños están a cargo de Víctor Villavicencio (iluminación); José Luis Gómez Frá (escenografía y vestuario); Alfredo Rugeles (música); la producción es de Juancho Pinto y los asistentes de dirección Yovanne Monetta y Viviana Marcela Iriart.

Precisamente Viviana, que fue editora de las desaparecidas revistas especializadas “Intermedio” y “Primera Fila”, nos dice que Rowinsky, parodiando una frase de su obra, no es un ser común, es un hombre que ha sufrido el fascismo, que lo ha combatido y lo combate y al que un día le mostraron un naipe que decía destierro: “Nació en Uruguay, pero podría haber nacido en cualquier otro punto de América Latina y su historia no habría cambiado más que en pequeños matices, porque América Latina, ahora menos que antes ha sufrido, casi sin excepciones, el oprobio de regímenes fascistas".

No es la primera obra política de Rowinsky, ya que la “opera prima” fue  “Reunión de Muertos en Familia” presentada a finales del 83 en el marco del VI Festival Nacional de Teatro de Caracas (…)

Vuelve Viviana y nos dice que La Larga Noche “se puede sentir en dos planos perfectamente diferenciados el uno del otro. Por un lado, la denuncia del fascismo, escrita sin concesiones, y por el otro la crítica no exenta de cierta ternura, hacia aquellos intelectuales que no asumen un compromiso de lucha frente a las dictaduras”.  El mensaje es muy claro: libros sí, pero también hechos. Pero, y esto es importante, Rowinsky no condena a esos intelectuales. Más bien les hace un dulce llamado para que “tiendan sus manos y así, todos juntos, logremos que la larga noche sea enterrada al fin”.



Periodista argentino.
Sobreviviente de la dictadura argentina. 
Después de estar  en campos de concentración y cárceles,  fue exiliado a Venezuela por la dictadura de 1976. 
Su nombre estuvo en las "Listas Negras" de la dictadura hasta  1983.




















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